jueves, 20 de febrero de 2014

Rocas

Te dejé y me fui.
Bajé las escaleras
sentí un olor a carne quemada
y el ruido que hizo tu nariz.
Cada escalón me decía “no”
y sin embargo me fui.
Te dejé
en medio de la ropa sucia
y la cama destendida.
Caminé entre los sillones
hacia la puerta
tu casa estaba vacía

rocas en caída
escuchaba yo.


miércoles, 19 de febrero de 2014

Una corriente invisible

Una navidad de 39 grados
te trajo a mi casa
yo miraba
un documental sobre Napoleón
empezaste a hablar de esa mujer
y hablaste tanto que
por un momento pensé
que me asfixiaba.
No te conocía
pero me pareciste desorientado
igual que yo
dejamos de ser compañeros de la facultad
y pasamos a ser algo
que nunca dejó de ser extraño.
De a poco
te fuiste acostumbrando a mí,
tu inteligencia
como una enfermedad exhibicionista
hacía aparecer
el inestable relieve de las cosas
yo me dejaba arrastrar por una corriente invisible.
Tenías miedo de perder la juventud,
de conocerle la cara al fracaso.
Al final
fuimos como dos  leprosos
habitamos la villa de nuestras miserias
y nos comimos la piel.
Ahora
en esa que era tu casa
sé que dejaste  a Perrín
atado en la terraza
junto a la soga de ropa
que cuelga
movida por el viento.

lunes, 17 de febrero de 2014

El agua no tiene voz

Los perros ladran
antes de la lluvia
cuando las puertas empiezan a golpearse
y el aura luminosa dacae

un día de tormenta
llega despacio
como el sueño
empieza el agua a caer
diminuta
cae
sin que nadie la perciba.

El agua no tiene voz
en la escuela
hubiera sido una alumna disciplinada:
se dejaría golpear por los otros chicos,
no sería de las que hablan en clase,
las conversaciones de los otros
serían igual que enigmas inexplicables

Cuando ganamos en silencio
perdemos en todo lo demás.

sábado, 8 de febrero de 2014

DISCULPAS POR DESEAR. MARY JO BANG

Me he preocupado muchísimo por la mirada
del otro: el dueño de la tienda y sus empleados serviles
que piensan que robo.

Sé que paso muchísimo tiempo observando
con rostro anhelante los tonos apagados de los objetos
en las estanterías. Qué inteligentes nos estamos volviendo.
Pronto lo entenderemos todo:
por qué nuestro primer aliento, cuándo el último.

Por qué una rata, aunque reciba un shock
cada vez que come, no deja de sentir hambre.
Cómo pájaros de huesos vacíos y peces con branquias
calculan el tamaño de la recompensa, recuerdan
dónde guardaron la comida. Hay pocas formas
de liberar al cuerpo del deseo, y todas terminan en anarquía.
Mañana, regresaré a la tienda –a la historia
donde la dejé–

me centraré en aquellos ítems que tienen pedacitos de lavanda
escondidos dentro: puntas de brócoli articuladas,
espárragos alterados. La supervivencia consiste en resistir,
en el reverso de lo que es delicado y tiene hojas.

Entre los animales, somos la aberración:
el deseo se apropia de nosotros,
nos expulsa, vestidos con tules harapientos, pero no dirá
dónde enterró por última vez el hueso o la bellota.


miércoles, 29 de enero de 2014

Un sueño

Estoy en un baño. Trato de encender un calefón que parece antiguo, está oxidado, tiene el color de los metales viejos; hay una palanca que supongo es para encenderlo, cuando la subo, la llama hace un ruido tan fuerte que me deja sorda, hay demasiado fuego, y si bajo la palanca, se apaga.
Salgo a pedir ayuda. Afuera hay un hombre sentado en un sillón, creo que está mirando la tele; al lado, está mi hermana, ella sólo me mira. Yo le digo al hombre: “abuelo” y él me mira como ofendido, pienso que se ofende porque lo llamé así, por una cuestión de edad, entonces le digo por su nombre y le aclaro que le dije así porque el calefón me hizo acordar a uno que había en la casa de mis abuelos.
El hombre entra en el baño, yo le sigo, él activa la palanca, se hace un fuego grande y de nuevo el ruido ensordecedor, el hombre me mira y me pregunta: “¿A quién está mirando el fuego?”. Me despierto.


viernes, 3 de enero de 2014

Horóscopo

Es el año en que el jinete monta su caballo para retirarse, lleva la rienda con fuerza mansa y galopa con el corazón tranquilo. El que se aleja siempre gana en perspectiva. Los pasos hacen el camino, no hay mapa para este viaje. Siente. La soledad es una buena consejera. El amor viene dando pasos desde atrás, recuerda que él puede ser tímido. Vive. Si en tu viaje puedes entablar amistad con los gatos, juega. El caballo conoce la belleza.


martes, 12 de noviembre de 2013

un caballo pastando en la llanura

Unos grillos mecánicos
se encienden por la tarde
Atraviesan mi mente
y veo,
sobre un fondo gris de tormenta,
un caballo
pastando en la llanura
pronto
empieza a llover
cae el agua
sobre el lomo caoba
y mi mente
lo acaricia
la mano
acostumbrada a tocar
sólo gatos
no puede abrazar
tanto animal
Llueve,
bien plantadas
sobre la tierra
unas flores amarillas.