martes, 10 de junio de 2014

uva negra

“Un cuerpo lleno de lágrimas y soledad” (Lars von Trier)

Cuando nacemos la primera experiencia que vivimos es la adrenalina. Expulsados de la totalidad materna, venimos al mundo en medio de nuestro llanto y el dolor ajeno; la separación es el trauma. Las manos de los otros nos manipulan, alejándonos de lo conocido hacia la extrañeza absoluta. El primer sentimiento que experimentamos es el miedo.
Cuando nací el cordón estaba enredado en mi cuello, cuenta la anécdota que salí de un color morado, dijeron que era como una uva negra. Mi abuela se decepcionó al verme. Con los días la anécdota cambió: la uva negra pasó a ser el bebé más lindo de la familia y el orgullo de mi madre. Con mi padre buscaron un nombre. Lo sacaron de la televisión, de otra niña bonita. Me bautizaron con ese nombre. A veces extraño mi verdadero nombre. Una amiga me lo dijo alguna vez. Ese nombre anterior, el de esa otra vida.