jueves, 24 de julio de 2014

Una tierra de muchas voces

Es nuestra casa
el lugar de inicio
y donde miramos el fondo
de nuestro porvenir
durante un lapso dorado jugamos
mientras el tiempo se hincha
crecemos sobre una tierra de muchas voces
después
parimos los ritmos de cangrejo
y las emociones fallidas.
Una casa se levanta todos los días
abre sus ventanas al gañido de la calle
trata de calcular su futuro
conservando la rosa silvestre
y la basura adecuada
es su interior un río
a veces tranquilo, a veces revoltoso
somos en él una barca a la deriva
jugamos sobre el agua
algas, barro, gaviotas
señalan la vida alegre
sin embargo
carga
el hombre
una casa sobre su espalda
y nunca sabemos qué hacer
con el dolor
y decidimos cuidarlo
como se cuida a un niño enfermo
muchas veces
nos equivocamos para seguir.

miércoles, 16 de julio de 2014

Jugadores improvisados


 Pelotas de distintos colores
se mantienen quietas
hasta que decidimos jugar.
Elegimos primero una azul
pero en un movimiento torpe
rueda una pelota amarilla.

Somos jugadores improvisados.

Llegamos a la casa por la siesta.
Boedo brilla
en rojo y azul
los gatos desconfían de nuestros pasos
y huyen
buscando la seguridad
de la casa.
Jugamos en la terraza
el aire es frío y corta,
deja ardiendo la piel
cuando jugamos
no pensamos más que
en el desafío
y en el adversario
miramos al otro
cuidando de no mostrar demasiado
jugamos como chicos
es domingo
y el alcohol  nos pone vidriosos
nos reímos,
la tarde avanza como una lombriz
hace un relieve sinuoso
sobre nosotros
que jugamos distraídos
que improvisamos.

El sol se empieza a sentir
A. se quita el abrigo
una ronda de tres
la pelota hace dibujos en el suelo
triángulos, líneas rectas
pura geometría
nos gusta el vértigo
estudiar los ángulos
que contienen las cosas
y las conversaciones.
Hacemos un largo viaje para encontrarnos
y jugamos siempre el mismo juego
es como el camino
que siempre es el mismo
no hay peligro, tampoco seguridad
nos miramos y reímos
fuimos forzados a ser sombríos.