martes, 22 de abril de 2014

Helicópteros

No me gustan los helicópteros. Por las noches el barrido de sus hélices heladas, rompen con los sueños, saturan el aire de algo tenebroso. Por suerte hay días sin helicópteros, entonces sueño. Audaces sueños pueden venir. La resurrección de la carne. Amar a todos los vendedores del mundo. Besar sin cansancio al hombre del momento.  

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