No hay ningún animal en mis
sueños. Sueño con personas conocidas y extrañas; rostros humanos, gente adentro
de mi cabeza, mis rehenes; la cabeza, una prisión. Todos los animales viajan
por las nubes. Hoy la gente celebra el carnaval. Yo celebro todos los pájaros
que anidaron en mi pecho y hoy me despiertan con su inquieto parlamento. Hay un
hueco en mi terraza, sé que te fuiste por ahí, te lo vi en los ojos la primera
vez que elegiste quedarte ahí. La muerte no sabe lo que hace, a veces.